La Japan Weekend es uno de los mayores acontecimientos en España sobre el manga, el anime y todo lo que concierne a la cultura japonesa. Se celebra anualmente alrededor de toda la Península en sitios como el IFEMA de Madrid, el Palacio de Congresos y Exposiciones de Granada o en la ExpoCoruña.
Nosotros no hemos querido perdernos este evento.
El domingo 30 de octubre nos despertamos, nos vestimos, cogimos el coche y pusimos rumbo a la Farga, un centro comercial de Barcelona, en el que se llevaría a cabo esta feria.
Tras 2 horas y media de viaje, por fin llegamos a nuestro destino. Vamos a saltarnos la parte en la que pretendíamos entrar por la salida. En nuestra defensa diré que había varias puertas abiertas. ¿Quién iba a decir que en la puerta en la que había un claro recorrido de vallas sería la entrada? Estábamos nerviosos, no nos juzguéis.
Cuando por fin nos liberamos de ese nudo en el estómago que teníamos por cosas como ¿llegaremos a tiempo? o ¿por dónde se entra?, y también la de ¿yo ahora dónde aparco con tanto coche? Nos metimos en otra. Un montón de personas, de puestos, de actividades y talleres como la conferencia de Geishos y Maikos que justo acababa de empezar cuando llegamos. Y yo que, en vez de pararme y pensar “bueno, vamos poco a poco”, me estanqué en el “ay qué estrés, ¿y yo ahora por dónde empiezo?”.
Aquí hizo acto de presencia el listo del grupo, “vamos por orden, primero una fila, luego otra y así sucesivamente hasta haber dado la vuelta al todo el recinto” dijo. Eso fue lo que hicimos, empezamos a ver varios puestos en los que podías encontrar de todo: camisetas, figuras desde más pequeñas hasta más grande, más o menos detalladas, decenas y decenas de Funko Pops, tazas personalizadas, collares, fundas para tus almohadas, chapitas y pins. La tranquilidad terminó cuando empecé a escuchar música y gente gritando en la otra punta del pabellón, ¿mi reacción? Salir corriendo.
Fin de la tranquilidad.
Resultaba ser que, en el escenario principal, se estaba llevando a cabo una competición de baile que había organizado Vice2Dance.
Cada persona traía una puesta en escena diferente, algunos iban como solistas, otros en pareja y los había que iban en grupos. Aunque todos bailaron música KPop, cada uno le daba su propio estilo, muchos de ellos se habían preparado coreografías creadas por ellos mismos.
Cuando terminó la competición, el baile siguió. Una pantalla tenía una cuenta regresiva del 5 al 0, cuando llegaba al último número, aparecía una canción. Y aquí, una de las cosas que no esperaba encontrar y que diría que fue el descubrimiento del día. Lo que yo no esperaba es que, lejos de saberse la canción, se sabían la coreografía de todas y cada una de ellas. Era alucinante ver cómo, de repente, empezaba a sonar una canción y todos salían corriendo al centro del círculo a bailar. Daba la sensación de estar viviendo dentro de una de las películas de Step Up.
Cómo no, desgracia del día desbloqueada: ¿me sabía una coreografía? Sí. ¿Salí a bailar? No. Cuando caí en la cuenta, la canción se terminó.
14:30 y nosotros aún sin comer. La pregunta del millón, ¿qué comemos? No sabíamos si salir fuera del recinto a algún sitio que hubiera en los alrededores, si probar suerte en alguno de los puestos que había dentro del pabellón o si la mejor opción hubiera sido la de haber llevado comida de casa (eso no falla). ¿Primera opción? Perrito caliente o hamburguesa. Respuesta mental a mí misma, no gracias. Conclusión, fuimos a ver si teníamos mejor suerte con el otro puesto. Os voy adelantando el desenlace, la hubo.
¿Sabrías decirme un plato típico japonés?
A mí se me cae la baba cada vez que estoy viendo un anime y sale un buen plato de ramen, y eso que no deja de ser un dibujo. Había varios tipos entre los que escoger: ternera y verduras, sésamo o picante. Incluso, tenías la opción de hacerlo menú para acompañarlo de una bebida y un postre (un dorayaki o dos taiyakis). Y, si después de todo esto, aún te quedaba algo de espacio en el estómago, podías ponerle la guinda al pastel con un kakigori (granizado japonés).
Mientras esperábamos la fila, vimos que justo en frente, estaba teniendo lugar un concurso de karaoke. Pero, tampoco podemos hablar mucho de esto, lo poco que vimos fueron los dos segundos que tardamos en esperar a ser atendidos. Luego estábamos los cuatro tan pendientes de coger la comida, que la cabeza no nos daba para pensar en nada más.
Tres rámenes de ternera y verdura, uno de sésamo, iced tea en botellas súper chulas, un dorayaki, 6 taiyakis, tres kakigoris y, de fondo, el show de Wade Wilder.
El contenido de este youtuber se caracteriza por hacer una especie de “encuestas” para ver cuál es el anime peor valorado, el que más ha sorprendido, debatir sobre cuál es el mejor o peor personaje, o un “¿qué personaje prefieres?”. Era de esperar que su show girase entorno a esto.
Os acordáis del juego del pañuelo en el que en el centro una persona, con un pañuelo, gritaba un número y todo aquel que lo tuviera asignado tenía que salir corriendo para ver quién era el más ágil y se hacia con la victoria. Bueno, la dinámica que usó Wilder, fue parecida. Dos personas, un opening que adivinar y un pañuelo que determinaba quién sería la primera en hablar. ¿Premio? Ninguno. Pero, al menos, podías presumir de haber sido el más ágil y de conocer el opening.
Si hay algo que caracteriza a muchos de los animes, son las artes marciales y podías disfrutar de la demostración de varias de ellas, como el Aikido y el Ninjutsu, de hecho, Naruto refleja muy bien las técnicas y tácticas, del arte del Ninjutsu.
Atentos a la contradicción: yo “quiero ir al taller de papiroflexia”, also yo “se me olvida el taller, llego tarde y decido pasar de largo e ir a ver el concurso de cosplays”. Pues sí, mi vida es así.
Todo el día diciendo que quería ir al taller de papiroflexia y resultó que, llegado el momento, me entretuve con el Just Dance que tenían montado en la primera planta. Para cuando me di cuenta, Jesús Artigas (campeón mundial de origami), ya había empezado, y ahora ponte tú desde el lugar de la ignorancia a averiguar cómo había conseguido llegar a hacer la mitad de un cisne. Seamos sinceros, era una batalla que ya estaba perdida.
Así que lo dicho, terminé yendo al acontecimiento más esperada del día, la pasarela de cosplays.
Desde que a las 11 se abrieran las puertas, ya podías ver a muchas personas vestidas de sus personajes favoritos. Y es que veías de todo, desde personajes sacados de anime como Kurapika de Hunter x Hunter, así como de videojuegos, como fue el caso de una chica que hizo un cosplay de uno de los ADC más rotos de League of Legends, Draven. Había quiénes optaban por ir en pareja, como un Tanjiro con Nezuko, y los que se atrevían en ir en grupo:
Hubo personas que de verdad me sorprendieron por completo, con trajes creados íntegramente por ellos mismos o accesorios con lo que lograban darle ese toque final a sus cosplays.
Y, para los que, como yo, íbamos vestidos como lo iríamos un día normal por la calle, podías encontrar en un montón de puestos desde camisetas, hasta pelucas de varios colores y tamaños, pasando por collares e incluso katanas.
¿Qué durante el día se te había roto el cosplay? No tenías de qué preocuparte, habían pensado en todo. Una cospital a tu entera disposición estuvo ahí todo el día ayudando a arreglar los disfraces.
Nos esperaba una vuelta a casa de otras 2 horas y media. No pudimos quedarnos a ver quiénes recibían los premios. Eso sí, tampoco podíamos irnos sin antes pasarnos a comprar un par de cosas.
- Peluche de Monster Hunter.
- Dos dibujos, uno de Dark Souls y, el otro, de Elden Ring.
- Y, a parte, había una especie de ruleta de la suerte, pero esta era algo particular. Tenías que romper un huevo de oro. Y mira que intenté darle flojo, pero casi me cargo hasta la mesa. La cuestión es que conseguimos: tres pósters y una bolsa personalizada con un anime en la que dentro venían chapas, postales, un póster y otros accesorios.
Y no solo nos fuimos con esto, nos regalaron dos pósters, uno de la Japan Weekend y otro sobre la nueva película de One Piece Film Red.
¡Hasta la próxima publicación! Esperamos verte con tu capa, HIRO.